martes, 8 de noviembre de 2011

Aprendí a no hacerme ilusiones, no sirven para NADA.

Allí estaba él. Con esa pose que tiene, esa chulería, algo que no sé, pero me enamora. Esos ojos, que no me dejan dormir por la noche y esa sonrisota tan, pero tan, tan preciosa. Vestía de calle con unos jeans, un polo de Rafh Lauren y calzaba unas Vans. Se dirígia hacía la cafetería, entonces decidí seguirlo, ¿porque no? Seguramente había quedado con sus amigos, para tomar algo.
Entonces se giró y me vió, sonrío, y siguio hacia adelante. Me pregunté que pensaría, si al pasar mi nombre, aunque sea un instante por su cabeza era algo bonito, o simplemente desprecio, puede que nisiquiera sepa quien soy, o puede que me conozca como ''La chica esa de ahí''. ¿Que debía pensar de mí? Ya no podía aguantar más, en cualquier instante iba a estallar. Yo le amaba, y él... Él, ¿Qué sentía él?
Eso me he preguntado el resto de mi vida, pero sigo si tener respuesta. Parezco tonta cuando pienso que puede que sienta algo, lo más mínimo por mí, pero ahora, que realmente lo pienso, es IMPOSIBLE.
La princesa, está sola. La princesa es tonta.
Entró a la cafetería, y allí estaba ella. Era su novia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario